Bienvenidos al mundo de Bolu Locuras

Despues de una primera y poco grata experiencia, en la que todo nuestro equipo de redacción fue desalojado de un blog que -engañosamente- nunca nos habían avisado que era pago, volvimos con todo.

Con más información y compromiso con la verdad. Con más periodismo independiente. Con menos auspiciantes, porque tuvimos que remarla (y cómo, caro lector) para poder abrir un blog nuevo. Hasta que nos dimos cuenta que la mayoría eran gratuitos.

En estos meses nos aventuramos en la odisea de sobrevivir para retomar nuestro proyecto periodístico. Distintos integrantes de la redacción han pasado por penosos avatares: trabajos de hombre-empanada, burbujista (tarea que consiste en batir con ahínco el detergente para que forme la cantidad necesaria de burbujas) en varios lavaderos de autos del conurbano, Cylon desocupado (como vemos en la foto a nuestro colaborador Roberto Dauni Jr.). En fin, todo para lograr el lanzamiento de un nuevo medio, moderno, ágil -no "ah, gil!"-, fresco, desacartonado, rómbico, lúdico, galvanizado, batido a punto caramelo. En fin, como esperan nuestros lectores ante los desafíos que nos plantea el Vicente Nario. Perdón, el Bicentenario.

Esperamos retomar el contacto con nuestros viejos lectores y sumar nuevos. Y que los nuevos sean jóvenes y viejos. Y nenes. Y nenitos.

Todos se preguntarán el porqué del nombre. En este lapso de ausencia, cada potencial auspiciante que visitamos con nuestra carpetita de propuestas nos respondía con un No. Algunos le agregaban que nuestra audaz idea era una "boludez". Otros, más considerados, una "locura". El promedio daba exactamente 50% a la 1er respuesta, 48 % a la otra y un 2% que nos cerró la puerta en la cara (tal vez pensando que éramos Testigos de Jehová). ¿Ah sí? Pues lo hicimos igual. Pues bien, aquí tienen nuestra bolu-locura.

Bienvenido a nuestro mundo, caro lector, cara lectora.