Terrible flagelo: la mafia de los "Trapitos"

Informe exclusivo:

Bolu Locuras se internó en la noche porteña sin desconocer que el hampa habita en la calle como las ardillas en los bosques.

A los informes de "Clarín", Rolando Graña y Ciccioli denunciando la mafia de los "trapitos" (aquellos ocupantes del espacio público, en especial la acera, que cobran para "cuidar" el auto estacionado), al mal de los "manteros" (vendedores ambulantes que venden DVD´s y CD´s truchos, haciendo peligrar y tambalear a la industria del entretenimiento, al punto que Hollywood estuvo por suspender la ceremonia de los Oscar) y los remises truchos, Bolu Locuras quiso darle una vuelta de tuerca; ir más allá, como es el estilo jugado y comprometido que nos caracteriza.

Y nos encontramos con una angustiosa revelación: la verdadera mafia de los "Trapitos". Hacemos en esta entrega un adelanto del hallazgo exclusivo de BL.

Las redes del poder no conocen límites. El crímen organizado está ramificado en los rincones más insólitos. En cualquier calle, hasta en los barrios más tranquilos, podemos encontrar a "simpáticos" personajes que juegan con los sentimientos nobles de la gente, especialmente de personas mayores. Se trata de los "Trapitos". Los VERDADEROS Trapitos.

En nuestra infancia, el pequeño espantapájaros de la película de García Ferré (a "Trapito" nos referimos) nos arrancó sonrisas y lágrimas. Igual que "Ico" y que "Anteojito". Pero en pleno siglo XXI, estafadores sin corazón usufructúan con esos recuerdos. Aprovechandose de la inocencia de ancianas, niños, hinchas de Racing y no videntes, estos seres simulan mendigar cuando en realidad su fin es lograr una recaudación extra para menesteres espurios.

Escondidos tras un buzón o un árbol, esperan al acecho de alguna víctima. La encaran, le ablandan el corazón. "Mi papá es un espantapájaros del campo y me pegó y me echó con mis hermanitos", sollozan falsamente. "Necesitamos unas monedas para un tetra... digo, para una leche en cartón, en tetra", gimen los Trapitos. Y el corazón conmovido cede algunas monedas brillantes o hasta un billete celeste con la cara del honorable B. Mitre.

¿Pensarán estos cínicos malvivientes que están afectando gravemente a una economía nacional herida? ¿Serán concientes de que, de esta forma, los inversores buscan destinos más seguros para sus emprendimientos productivos? ¿Sabrán que peligra el pago de nuestros compromisos con los organismos internacionales de crédito, aunque estos Trapitos solo intervienen distorsionando la "micro economía"? ¿Hay poderosos detrás de esta mini-mafia?

BL - "Nene, vos sabés que estás mintiendo... ¿Porqué lo hacés?"

Tr - "No, no miento don.. no miento.. cof cof (tose).. Boludo.. cof cof..." (responden a coro).

BL - "Ustedes se aprovechan de la gente..." (replica valiente nuestro hombre).

Tr - "Bueno, pero es para unos vinitos nomás tío... no seas buchón..." (suplican).

BL - "Pero eso es inmoral... Es casi como robar..."

Tr - "Bueeehhh... Por lo menos no cambiamos 2 millones de dólares cuando el cambio favorece para comprar un hotel; ni pedimos que nos bajen las retenciones para exportar soja y forrarnos en guita aunque los peones se mueran de hambre; ni tenemos amigos como Posse, Palacios y Chamorro; ni compramos Papel Prensa a precio de remate durante la dictadura militar; ni...."

BL - "Nene, estas evadiendo lo que te pregunto ¿Porqué no contestás? ¿Para quién trabajan ustedes?"

Tr -"Para Marcelo..." (confiesan sollozando y agachando sus cabecitas de mimbre).

BL - "¿Qué Marcelo?"

Tr -"Agachate y conceloooo...." (huyen riendo a carcajadas).

El crimen y la estafa no conocen la valentía. Cuando se les presenta la oportunidad escapan cobardemente.

Es hora de que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto. De lo contrario seguirá el desgaste de la calidad institucional de nuestra República.

Pero también, debemos actuar como sociedad. Por eso BL denuncia sin ambages a todos los poderes que sacan provecho de nuestra bonhomía como comunidad.

Esperamos que esta nota genere la conciencia necesaria para dar los primeros pasos.

Luis Majul, periodista punzante