Como ya lo habíamos anunciado en notas anteriores, Bolu Locuras busca el premio Pullitzer al compromiso y el periodismo de denuncia: visitamos nuevamente los escenarios en los que el hampa no descansa. Y ahondamos en otro flagelo que sacude a la economía nacional y a la moral de nuestra sociedad. El terrible flagelo del tráfico de aderezos.
Introducimos a usted, caro lector, en esta nueva manera de delinquir. Viveza criolla para algunos, grave atentado a las garantías constitucionales, en realidad.
El ejemplo mas amargo (vaya paradoja) lo descubrimos con sobrecitos de azúcar. Un renombrado bar de la zona de Constitución, el cual no vamos a nombrar (ni a renombrar) para cuidar la seguridad de nuestra fuente, saca provecho de la prestigiosa empresa "Burger King", sometiendola al robo indiscriminado de la materia glucosa ensobrada (esperamos entienda el lector el recurso literario para no volver a escribir "sobrecitos de azúcar". Bueno, pero si no lo entiende, eso es lo que quisimos expresar. Sobrecitos de azúcar).
La operatoria macabra consiste en enviar niños como los que vemos en los documentos gráficos (fotos, bah).
Niños "pedidores de aderezos"
Niños como estos, simpaticones, son enviados a recorrer las distintas sucursales de "Burger King" y "Mc Donalds" solicitando aderezos con estas inocentes caras de "blancas palomitas". No crea el lector que estos niños son utilizados. No. Concientemente llevan a cabo esta labor a cambio de lo que consideran un negocio redondo. Redondo como un alfajor. Porque precisamente, los dueños de los bares que promueven este delito y el mercado negro de aderezos los recompensan con alfajores de maicena que hacen las delicias de los infantes.
Pero aquí lo más alarmante. Como observamos en las fotos siguientes, el logo de la empresa es borrado mediante un procedimiento de "lavado" que investigaremos en breve. Pero los resultados son asombrosos.
Obsérvese, caro lector:
Sobrecito con el logo
Sobrecito con logo borrado
Los directivos y responsables editoriales de Bolu Locuras blog estamos orgullosos de nuestros periodistas y de nuestra producción. No reparamos en gastos ($ 1,10 del subte y $ 7,50 del cortado con más leche que café, más 50 centavos de propina, o sea casi 10 pesos) a la hora de colaborar con las autoridades para evitar estas estafas, que solo perjudican a empresas de bien que aportan al crecimiento del país.
Sorprendente ¿Verdad?
Está en sus manos, querido lector, no alentar este mercado negro con su presencia en bares de esta calaña. El compromiso con la democracia también depende de usted.
Ja ja ja ¿Y cuál es el nombre de ese bar? No podemos seguir allimentando estas mafias que pretenden quebrar a Burguer.
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